La población precolombina, en cuanto a demografía se refiere, presenta dos problemas; su distribución desigual debido a causas históricas y geográficas y la cuantificación. Se han realizado muchos estudios intentando calcular el número de habitantes que tenía el continente antes de la llegada de los europeos.
Por ejemplo, Rivet y Sapper calcularon entre 40 y 50 millones en todo el continente americano, una cifra muy distinta a la que dio Kroeber, sólo unos 8,5 millones, o Rosembert, que estimó la cifra en unos 13 millones.
Estos análisis son realizados de una forma muy dispar, pero realmente nunca podremos saber cuál era la cifra real, ya que entonces no existía ningún tipo de censo para la población.
Para hacernos una idea general de cómo era la vida de una ciudad indígena antes de la llegada de los españoles podemos fijarnos en este mural de Diego Rivera, donde se nos muestra de una manera muy clara, cómo era su día a día.
Las cifras tampoco se ponen de acuerdo en el impacto demográfico que tuvo el continente tras la conquista; Dobyns estimó que la población se redujo en un 95% tras los 130 primeros años de la llegada de Colón, pero sin embargo Cook y Borah estimaron que, por ejemplo, la población en México disminuyó de unos 25,2 millones (en 1518), a tan sólo 700.000 habitantes (en 1623), es decir, se redujo a menos del 3%de la población inicial.
Para darnos cuenta realmente de la diferencia de desarrollo entre un continente y otro, sería conveniente ojear las cifras de la población mundial existente a principios del siglo XVI.
Asia era el mayor continente poblado, con 247 millones de hab. en 1500 y con 340 mill. en 1600.
África contaba con 87 mill. en 1500 y 113 mill. en 1600, Europa con 82 mill. en 1500, y 109 mill, en 1600. Lo destacable es que la única evolución negativa que hubo fue la de América, eso sí, tras el impacto de la conquista.
Tras estos datos deberíamos preguntarnos el por qué de este descenso tan marcado.
Una de las hipótesis es el genocidio que allí ocurrió. Esta tesis está basada en “La brevísima destrucción de las Indias” del padre Bartolomé de las Casas, la cual habla de matanzas sistemáticas, trabajos forzados, y de la carencia de alimentos.
Esta obra fue aprovechada para fomentar más aún la leyenda negra, que se cernía sobre España.
Otra de las hipótesis formuladas, es la de las epidemias y enfermedades no conocidas en el continente americano, y que debilitaron el sistema inmunitario de los indígenas, como el sarampión, la viruela. La rubeola, o incluso la sífilis. Esta teoría confirmaría que la población se redujo entre un 30% y un 95%.
A esto debe sumársele la teoría del desgano vital, terminología acuñada por Nicolás Sánchez Albornoz en su obra “Población en América Latina”, y viene a referirse al desconcierto generalizado de los indígenas ante la rápida actuación de los colonizadores. Esto pudo verse reflejado en hechos tan relevantes como la infertilidad que se produjo, por causas psicológicas, o en el alto número de suicidios como una forma de rebelión, sobre todo ante formas de trabajo capitalista.
Un claro ejemplo digno de mencionar es la epopeya de los indomables chiapanecas (habitantes de Chiapas). En 1527, acosados por un batallón de españoles y guerreros mexicas y tlaxcaltecas, aliados a estos, deciden perder la vida antes que la libertad arrojándose al Cañón del Sumidero con sus familias y sus pertenencias, demostrando así su negativa a la sumisión.
En la imagen podemos ver una fotografía actual del Cañón del Sumidero, aunque debo decir que la cámara no llega a recoger la magnitud y grandiosidad del lugar. Indudablemente el hecho antes descrito tiene una relación absoluta con el escudo actual de la provincia de Chiapas, ya que si lo observamos detenidamente, nos damos cuenta de que es el Cañón del Sumidero lo que aparece en él, haciendo una clara referencia a la no sumisión de sus habitantes.
Siguiendo con causas de la caída demográfica americana, mencionamos también los cambios económicos y sociales producidos por la conquista, como la pérdida de las mejores tierras, la disminución de las parcelas, los cambios de cultivo y las obligaciones con los encomenderos, lo que hizo que se desbaratara el ritmo de producción, y no aseguro el reemplazo generacional de la población.
Todas estas situaciones coincidieron en el espacio tiempo, y que mejor obra para verlo que el siguiente mural de Diego de Rivera.
En el mural vemos muchos de estos factores reflejados,como por ejemplo,al fondo del mismo se ve como se realizaban trabajos forzados por parte de los indígenas, o como aparecen indígenas ahorcados.
En el centro del cuadro vemos la figura de Hernán Cortés haciendo tratos con otras potencias eupeas, pero su aspecto está especialmente deformado por culpa de la sífilis, el color verdoso de su piel y la hinchazón desmesurada de sus rodillas. Arriba a la derecha vemos que hay un personaje con los mismos síntomas, pero éste está intentando evangelizar a los indígenas allí presentes, aunque fijándonos bien, parecen ser los máximos mandatarios de sus tribus, que están cediendo de forma forzada a la nueva religión que se les impone.
En la parte de abajo a la izquierda vemos las torturas a las que sometían a los indígenas, y en la parte de la derecha, observamos como son traídos e instalados diferentes tipos de animales para la ganadería, los cuales no eran autóctonos de allí.
Sin duda alguna es un mural muy representativo del problema que estamos tratando.
Un pequeño detalle a tener en cuenta, es el bebé que porta una madre indígena en la parte central del mural. El bebé parece tener la tez más clara que su madre, y los ojos los tiene completamente azules, aunque no puede apreciarse con claridad por el tamaño de la fotografía. Estos rasgos no son característicos de allí, sino más bien de los conquistadores. El autor hace referencia a la mezcla de culturas con esta pequeña nota de color en los ojos de un niño.
La reacción de la Corona española no se hizo esperar, debido a las continuas denuncias llegadas a España, en referencia al trato que estaban recibiendo los indígenas por parte de los españoles.
El Consejo de Indias redacto el “Código del trabajo del Indígena ”, muy progresista en la teoría, pero muy poco creíble en la práctica, ya que de hecho no se llevó a cabo en ningún momento, ya que volvemos al problema principal de esto, la distancia entre Castilla y América, con lo cual los virreyes, encomendadores o la persona responsable de acatar estas leyes no lo hacía, y a eso hay que sumarle la indiferencia a estos abusos por parte de la corona, con tal de obtener mayores beneficios económicos .
“Los indios son libres, en consecuencia nadie que ejerza autoridad sea osado de cautivar indios naturales de Las Indias, Islas y tierra firma del Mar Océano, así en tiempo y ocasión de paz como de guerra.
Los indios/as tengan como deber entera libertad para casarse con quien quisieran, así como indios con españoles y como con otros indios.
Ordenamos y mandamos que sean castigados con mayor rigor los españoles que injuriasen u ofendieren o maltratasen indios, que si los mismos delitos se convirtieren contra españoles.”
Hacer las Américas: La emigración española
Este movimiento estaba controlado por la corona, de hecho sólo se pasaba con licencia, y se anotaba en un libro de registro. A partir de 1503 este movimiento pasó a estar controlado por la Casa de Contratación de Sevilla.
El origen principal de estas migraciones eran las comarcas más pobres del país, como pueden ser Andalucía, Extremadura o Castilla La Vieja, y de entre su población podían viajar la clase baja, los artesanos y a la pequeña nobleza, eso sí, el ritmo de la migración estaba marcada por la necesidad de las colonias.
Como ya dijimos era la Casa de Contratación de Sevilla la encargada de controlar y regular la emigración, más concretamente, sólo admitía cristianos viejos y castellanos: se evitaron los vagabundos, los penados (todo lo contrario que en el caso de Australia), las prostitutas e incluso a partir de 1509 incluso los letrados, con el fin de evitar pleitos. Nunca se les prohibió el paso a los aragoneses, pero en principio si a los extranjeros, aunque siempre hay excepciones, como con los técnico extranjeros que podían pasar, pero eso sí, con fines concretos y permisos especiales, o también era el caso de los extranjeros que tuvieran algún tipo de vinculación con la monarquía, pero teniendo en cuenta que debían ser católicos, como por ejemplo era el caso de los italianos, los irlandeses o los flamencos.
Durante la conquista la llegada de emigrantes era temporal, como el caso de los marineros, soldados, funcionarios o clérigos. Después de un tiempo, la Corona dictó leyes para favorecer el arraigo con la emigración de las familias. Las mujeres estuvieron desde el principio, y ya a partir de 1550 había suficientes mujeres para poder cubrir la demanda de esposas peninsulares.
Estos se asentaron en núcleos urbanos, así podía preservarse su identidad cultural y estar más cerca del poder. Se creó una sociedad castellana, que indudablemente no ocultaba su posición social, aunque eso
sí, habría un nuevo problema que sería poder colocar a cada uno en su sitio dentro del esquema social, para ello el indicador principal era el color de la piel.
En la cúspide social estaban los más blancos (generalmente eran los peninsulares), los primeros conquistadores, los funcionarios de la Corona y los clérigos.
Seguidamente se colocaron los criollos, hijos de españoles. Éstos eran encomendadores, hacendados, comerciantes y mineros ricos que controlaban la mano de obra indígena, la tierra y el subsuelo. Pronto fueron creándose una red de parentesco entre ellos, y con los peninsulares. Formaron una nobleza de dinero, aunque no solían conseguir títulos, y la mayoría de ellos se conformaban con el hábito de una orden militar.
Poco a poco empezaron a controlar el poder político y económico de América, hasta convertirse en la propia élite y resultar fundamentales en el proceso de independencia (1810-1825).
Para la población indígena se reservó una fórmula de vasallaje, es decir, los españoles readaptaron las estructuras de servidumbre y esclavitud existentes en las Altas Culturas. Eliminaron físicamente a los grandes señores indígenas, como por ejemplo fue el caso de Atahualpa en Perú en 1532.
A través de la fórmula legal del requerimiento las autoridades “informaban” a los indígenas, en voz alta y en castellano, de la existencia de un Dios todopoderoso, creador del universo y de los hombres.Este requerimiento fue fuertemente criticado por clérigos y juristas en España.
Este Dios había elegido a Don Pedro y sus sucesores a Roma como monarcas del mundo, superiores a todos los príncipes de las tierra.Por todo esto los indios debían reconocer la autoridad del príncipe castellano, y ser súbditos libres, cristianos y vasallos de Castilla. Cualquier negativa, o tardanza en cumplir las órdenes dadas, daría pie a una guerra inmediata (“Guerra Justa”), y por consiguiente el derecho de conquista, con los lo que ello conlleva; trabajos forzados, incautación de bienes, etc…
La mayoría de los indígenas no entendían esto, ¿por qué de pronto debían ser vasallos?, ¿qué era eso de Castilla?, ¿en qué idioma hablaban estos extraños?.
¿Qué fuentes de información has utilizado? Por cierto, me ha gustado el enfoque que le has dado a esta entrada. Seguid así.
ResponderEliminarDescansen en paz, antepasados! Seremos la RAza Cosmica.
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